La sombra
Contra el vidrio
quedaron pegados restos de fideos e infancia.
Dio un portazo y se
fue.
Lo vi alejarse por la
mirilla.
Desde ese agujerito
acepté mi soledad.
El maquillaje se
había distorsionado.
No pude decirle nada
y mi boca
se transformó.
En ceniza.
Desplomé el cuerpo en
el sillón.
Desde ahí pude ver
que dejó su sombra sobre el escritorio.
Junto a la taza de
café.
LUS
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